Ataque contra las oficinas de un político y de Ford en memoria del anarquista Kyriakos Xymitiris

Durante la tarde del 1 de noviembre, se publicó en el medio anarquista Athens Indymedia un comunicado anónimo en adjudicación de dos ataques realizados en contra de la oficina de un diputado del parlamento griego y, por otro lado, en contra de una oficina de la empresa automovilística Ford.

Las acciones realizadas se enmarcan en la conmemoración de un año desde la muerte del compañero anarquista griego, Kyriakos Xymitiris:

El 31 de octubre, ocurre una explosión en un departamento de Atenas, Grecia, producto a la manipulación de un artefacto explosivo. Kyriakos Xymistiris muere en el acto, mientras que la compañera Marianna sufrió graves heridas, siendo trasladada al Hospital Evangelismos, permaneciendo una corta estadía de tan solo 15 días bajo extrema vigilancia policial para luego ser trasladada a la cárcel de Korydallos. Por otro lado, se tomaron detenidxs a otrxs cinco compañerxs: Dimitra Z., Dimitris, Nikos R. y A.K. Todxs fueron acusadxs bajo la ley antiterrorista, explosión y suministro, posesión y fabricación de explosivos, daños a la propiedad privada.

Estos acontecimientos darán inicio al «Caso Ampelokipi», dedicado a la persecución y encarcelamiento por parte del Estado griego en contra de anarquistas ‘vinculadxs’ con la explosión que dió muerte a nuestro camarada.


Comunicado:

Si yo no ardo,

si tú no ardes,

si nosotrxs no ardemos

¿cómo se convertirá la oscuridad en luz?

– Nazim Hikmet

Hace 365 días, nuestro compañero Kyriakos Xymitiris iluminó la oscuridad, aunque fuera con la luz de su última explosión, al final de un camino ardiente.

Kyriakos fue un luchador anarquista ingenioso y activo que participó en todo el espectro de la lucha. Desde marchas, intervenciones y micrófonos hasta enfrentamientos con las fuerzas de represión. Estuvo presente en todos los frentes y áreas temáticas. Participó en asambleas solidarias por activistas encarceladxs, en la coordinación antifascista, en acciones a favor de las ocupaciones, en solidaridad con lxs inmigrantes, contra la guerra y el imperialismo, en solidaridad con las luchas de lxs palestinxs, en las luchas contra la gentrificación y el patriarcado. Y, por supuesto, en la acción revolucionaria directa y la elección armada. Un luchador complejo que utilizaba todos los medios con imaginación, donde las condiciones eran proporcionales a cada acción. Con humildad, paciencia y una sonrisa, Kyriakos estaba ahí para apoyar cualquier campo que considerara oportuno con los medios adecuados. Hasta su último y orgulloso asalto al cielo. 

La acción directa es el medio para mantener viva y fresca la memoria revolucionaria. La cultura y la tradición insurgentes no son solo un eslogan, ni la solución a todos los problemas de la lucha. Son la chispa que trae al presente la llama y el testigo de quienes cayeron en el campo de batalla. Son la forma de honrar, recordar y continuar la labor de quienes dieron su vida por la perspectiva revolucionaria. De esta manera, se da continuidad a la tradición, rompemos el miedo, tomamos la iniciativa de los movimientos y destacamos que ningún enemigo es invulnerable, ningún objetivo es inalcanzable

En una época de palabrería, Kyriakos Xymitiris decidió actuar.

En una época de inacción, Kyriakos decidió dar un paso al frente.

En una época de «déjalo para mañana», Kyriakos decidió aprovechar el ahora. 

En honor a nuestro compañero, en honor a su memoria y a sus decisiones, hemos optado por atacar incendiariamente los siguientes objetivos en los últimos días: 

1. la oficina política del viceministro de Relaciones Exteriores y diputado del partido Nueva Democracia Ch. Theocharis en Agios Dimitrios.

2. la oficina de representación del fabricante estadounidense de automóviles Ford en Polygono.

Solidaridad con todos los compañeros que están siendo procesados por el caso Ampelokipi.

Extraído de: abolitionmedia.noblogs.org

Vehículos policiales sin identificaciones incendiados – «Los corazones revolucionarios arden para siempre»

«Y aunque algunxs nunca regresaron,

siguen vivxs en cada aliento de libertad entre nosotrxs.

Y aunque algunxs cayeron en combate,

están a nuestro lado en cada acción.

Y aunque algunxs nos dejaron pronto,

nos guían y allanan nuestro camino».

La noche del 24 de octubre de 2025, prendimos fuego a un coche policial sin identificación perteneciente a la polícia de Berlín, frente a la comisaría de la Sección 24 de Berlín. Los vehículos policiales sin identificación están estacionados en la reserva central de Kaiserdamm.

Dieciséis personas ya han sido asesinadas a tiros por la policía en Alemania durante este año. Y mientras sus familiares y amigxs aún intentan comprender esta brutal realidad, el Estado y la prensa culpan a lxs fallecidxs. Tras la ejecución de Lorenz1 en Oldenburg, la noche del 20 de abril de 2025, con disparos en la nuca, el torso, la cadera y el muslo, se están difundiendo mentiras sobre un supuesto ataque con cuchillo. Al igual que se hizo en los casos de Hussam Fadl,2 Lamin Touray,3 Mouhamed Lamine Drame4 y muchxs otrxs. Si, gracias a la presión pública, se presentaron cargos, los perpretadores uniformados salen de la sala del tribunal con sobreseimientos y absoluciones.

Mientras tanto, las personas negras y migrantes siguen siendo objeto de violencia policial racista a diario, soportando controles aleatorios, agresiones dolorosas que ponen en riesgo su vida y abusos degradantes que, con demasiada frecuencia, terminan en muerte. Esto también afecta a las personas sin hogar, a las personas con enfermedades mentales y a las personas LGBTIQ+. Las prácticas policiales racistas, criminales y mortales son omnipresentes. La inquebrantable creencia en Alemania en «el ser humano detras del uniforme» parece ser un consenso en muchas mentes, no a pesar del pasado nazi, sino precisamente por él. Esto se evidencia en la afirmación establecida de que lxs policías y soldadxs de extrema derecha son «casos aislados», aunque nadie es capaz de contabilizar la multitud de grupos de chat de extrema derecha, redes que apoyan a la NSU y grupos armados, desde «Nordkreuz» hasta «Nordbund». Y se evidencia en la amplia aceptación social de la violencia policial masiva, siempre y cuando afecte a quienes son marginados por ser extranjerxs, diferentes o enfermxs.

Mientras que lxs familiares y las iniciativas antirracistas tienen que luchar por cada pizca de visibilidad tras los asesinatos policiales, la violencia racista del Estado se ha mostrado abierta y orgullosamente durante los últimos dos años a la hora de reprimir las protestas en solidaridad con Palestina. La persecución de las organizaciones de migrantes como parte de la práctica policial alemana no es nada nuevo. En la criminalización de kurdxs y turcxs durante décadas en virtud del artículo 129b, el Estado alemán ejemplifica su búsqueda de intereses geopolíticos. Las buenas relaciones con Turquía son, entre otras cosas, una base importante para los acuerdos fronterizos y la exportación de armas. A medida que aumentaban las protestas en respuesta al incremento de los asesinatos en Palestina, la política del Estado alemán coincidió con un aparato policial que tiene sus raíces históricas en la continuidad de la explotación y la violencia coloniales, la historia nazi y el militarismo.

Con respaldo político, la policía irrumpió en las manifestaciones donde y cuando quiso, golpeando a las personas que coreaban consignas en árabe, llevaban keffiyehs o exigían la libertad para Palestina. El patrón no ha cambiado mucho desde el inicio del colonialismo: las personas que no son reconocidas por la policía y la prensa como blancas y alemanas son agrupadas como un colectivo, asignadas a una región y dotadas de características «culturales» estereotipadas. De esta manera, un movimiento diverso de decenas de miles de personas podía ser objeto de sospecha pública generalizada por ser una organización fachada de Hamás, impulsada por el antisemitismo. Actualmente, el derecho a la libertad de reunión ya no existe para el movimiento palestino.

También en las escuelas de Berlín se impone la autoridad interpretativa del Estado con el pretexto de la supuesta prevención del antisemitismo. Desde el 7 de octubre, la Administración del Senado permite a las escuelas prohibir el uso de símbolos palestinos. Según las agencias antidiscriminación, este decreto ha provocado una intimidación masiva de lxs estudiantes.

Pero mientras que cada «Del río al mar» se reinterpreta como una fantasía antisemita de exterminio, los ataques reales contra judíxs o sinagogas solo interesan a lxs políticxs en la medida en que pueden utilizarse como munición para desacreditar las protestas. El hecho de que miles de los más de 6700 casos presentados por la fiscalía de Berlín contra el movimiento solidario hayan sido desestimados por los tribunales por falta de sospecha o relevancia probablemente no preocupe a lxs responsables. La policía de Berlín siempre ha preferido castigar las protestas por sí misma. Springer & Co se encargan del resto con sus «informes».

Y antes de que alguien tenga la impresión de que este Estado policial está suficientemente consolidado, concluyamos con un vistazo a la nueva ley policial de Berlín: ASOG. El gobierno estatal negro-rojo está creando una nueva ley policial que incluye más videovigilancia, troyanos estatales y, sobre todo, un cambio significativo en las facultades de intervención de la policía. En Berlín, hace años se crearon los llamados «lugares propensos al delito (KbOs)», como el parque Görlitzer, la línea de metro U8 y la calle Rigaer.

Con el nuevo ASOG, se añadirá videovigilancia a estos lugares, que se evaluará mediante IA. Esto también será posible para eventos públicos. El software de análisis «Gotham» de Palantir hará que las masas de datos digitales sean utilizables para los funcionarios de Berlín en el futuro. La «IA de reconocimiento de comportamiento» del Instituto Fraunhofer se utilizará ahora en Berlín, tras su implementación en Hamburgo y Mannheim. El plan es entrenar a la IA con imágenes de cámaras de vigilancia en KbOs, grabaciones de objetos en peligro y material policial procedente de helicópteros y drones. Si se aprueba la ley, en el futuro la policía podrá instalar secretamente troyanos estatales en los hogares. Este proyecto también aborda el deseo de la policía de acceder a los mensajes de chat cifrados, permitiéndoles interceptarlos antes de que los servicios de mensajería los cifren.

¡Fuego y llamas para la policía!

¡Libertad para Nanuk, Maja y todxs lxs antifascistas!

¡Libertad para lxs acusadxs en el juicio de Ampelokipi!

En memoria de nuestro compañero Kyriakos Xymitiris – ΓΙΑ ΠΑΝΤΑ ΕΝΑΣ ΑΠΟ ΕΜΑΣ (Siempre uno de nosotrxs)

Recuperado de: actforfree.noblogs.org

Notas al pie
  1. Lorenz A. fue abatido a disparos por un policía luego de un confuso incidente en una discoteque. Este hecho provocó fuertes manifestaciones anti-racistas en Alemania, mientras que la policía y la prensa posicionan el caso desde la defensa del policía por un supuesto ataque de Lorenz[]
  2. Hussam Fadl fue un residente iraquí en Alemania, durante el arresto del abusador sexual de su hija, Fadl – según testimonios – se abría acercado corriendo a la patrulla donde se encontraba el agresor de su hija y fue atacado con múltiples disparos de la policía. Posteriormente, muere en el hospital.[]
  3. Lamin Touray fue un residente gambiano en Alemania, quien durante en una discusión con su pareja – en donde se le acusa de portar un cuchillo – fue abatido a disparos sin seguir alguna clase de protocolo.[]
  4. Mouhamed Lamine Drame fue un chico senegalés de 16 años quien fue asesinado luego de que el director del centro de asistencia de la juventud llamara por “riesgo de suicidio”. Lamine Drame fue encontrado portando un cuchillo y, – según la fuente policial – atacó a la policía recibiendo disparos de pistolas eléctricas, disparos con munición real y violencia física.[]

La muerte de Charlie Kirk y la «violencia del Capitalismo»

1 Charlie Kirk ha muerto: el fundador de «Turning Point USA»,2 el hombre que pasó una década criticando el «marxismo cultural», a los estudiantes, a las personas queer y a lxs trabajadores en huelga, recibió un disparo en el cuello mientras hablaba en un escenario en Utah [Estados Unidos]. Se desangró delante del público. Sus seguidores se apresuraron a presentarlo como un mártir de la «libertad de expresión». Sus enemigos se dividieron. Algunxs lo celebraron abiertamente, otrxs se preocuparon por lo que esto significaría para la izquierda. El Estado, como de esperar, actuó con rapidez, persiguiendo al tirador, prometiendo «justicia» y, discretamente, comenzaron a desplegar la retórica habitual de la Ley y el Orden.

Desde una perspectiva anarco-comunista, este momento no se trata simplemente de la muerte de un hombre. Se trata del mundo que produjo tanto a Charlie Kirk como al hombre que lo mató. Se trata de la violencia siempre presente en el capitalismo, del monopolio de la fuerza por parte del Estado, de la forma en que los antagonismos políticos se están intensificando hasta convertirse en un derramamiento de sangre abierto. Se trata de lo que ocurre cuando una sociedad impregna cada interacción de jerarquía, coacción, alineación y humillación, y luego se sorprende cuando alguien aprieta el gatillo.

Lxs comentaristas liberales hablan de este tiroteo como si fuera una ruptura grotesca, un acto ajeno que se entromete en una democracia por lo demás pacífica. Pero lxs anarquistas siempre han entendido que la violencia no es la excepción, sino la norma. Es el ruido de fondo de la sociedad de clases. El trabajo asalariado en sí mismo se impone mediante la violencia. Si te niegas a trabajar, pasas hambre, o te vigilan, o te encarcelan. Todo el constructo de la propiedad privada se basa en la amenaza y la fuerza.

Lo que ocurrió en Utah no fue una aberración impensable. Fue simplemente una expresión más directa de la misma violencia que el propio Kirk defendía cada vez que se burlaba de lxs profesores en huelga, cada vez que pedía medidas policiales severas, cada vez que elogiaba las redadas del ICE [Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos, o al inglés, United States Immigration and Custom Enforcement]3 o las guerras imperiales de Estados Unidos. Esto no quiere decir que su asesinado de celebrarse, pero no podemos ignorar que Kirk fue un arquitecto de la violencia ideológica, un hombre que utilizó su amplia plataforma para normalizar la opresión, para endurecer los corazones contra lxs pobres, lxs racializadxs, lxs queer y la clase trabajadora.

El joven que apretó el gatillo, Tyler James Robinson, no era un villano de dibujos animados, sino un producto de esta misma sociedad. Según se informa, grabó consignas antifascistas en sus balas «¡Eh, fascista! ¡Toma!» e hizo referencia a la canción «Bella Ciao».4 No se trató de un acto aleatorio de caos, sino de uno conscientemente político, moldeado por la cultura de Internet, las guerras de memes y el largo conflicto ideológico en Estados Unidos.

La cuestión no es si Robinson estaba «loco» o era «malvado». La cuestión es por qué tanta gente se ve empujada a un punto en que la muerte parece la única respuesta: la muerte de sus enemigxs o la suya propia. Estado Unidos es una olla a presión, con una desigualdad en máximos históricos, una  sindicalización en mínimos históricos, trabajadores agobiadxs por las deudas y la precariedad, viviendas inasequibles, una sanidad fuera de su alcance y el clima colapsando a su alrededor. A esto se suma el constante bombardeo de la política reaccionaria que les dice que todo lo progresista es una amenaza, que toda persona trans es un depredador, que todx migrante un invasor. Si a esto le sumamos la insistencia liberal en que el sistema es básicamente sólido, que las reformas graduales nos salvarán, obtenemos una generación preparada para la desesperación y la ruptura. No nos equivoquemos: el Estado utilizará la muerte de Kirk como combustible para la represión. Los llamamientos a la «unidad» y la «paz» se traducirán rápidamente en una mayor vigilancia, más poderes policiales y penas más severas para las protestas. Cada reunión de estudiantes de izquierda, cada marcha antifascista, cada manifestación sindical será pintada como una potencial célula terrorista. Lxs centristas liberales se unirán a la extrema derecha para exigir calma, civismo y seguridad, lo que en realidad significa docilidad, silencio y obediencia.

Por eso lxs anarquistas debemos ser clarxs. No pedimos actos individuales de asesinato, no porque lxs poderosxs no merezcan ser desafiadxs, sino porque tales actos casi siempre fortalecen la maquinaría que estamos tratando de desmantelar. La «propaganda de los hechos» tiene una larga historia en el anarquismo y nos ha enseñado que los actos aislados de violencia son fácilmente cooptados por el Estado, que los convierte en excusas para detener a lxs organizadores, cerrar los espacios radicales y criminalizar la disidencia.

En momentos como este, es fácil caer en el lenguaje de la venganza, decir que Kirk «se lo merecía», que fue justicia kármica. Pero el anarco-comunismo debe ofrecer algo más profundo que la venganza. Nuestra tarea es imaginar un mundo en el que ni siquiera nuestrxs enemigxs tengan que serlo, un mundo en el que Charlie Kirk nunca se hubiera convertido en portavoz de lxs guerrerxs culturales multimillonarixsm, en el que Tyler Robinson nunca se hubiera sentido tan alienado y furioso como para matar. Significa comprender las fuerzas que moldearon a estos dos hombres y trabajar para abolir esas fuerzas. Significa construir una sociedad en la que nadie se vea empujado al punto de creer que la única forma de cambiar el mundo es con un rifle de francotirador.

La tarea ahora es organizarnos. No retirarnos a la moralización, no tirar la toalla y declarar que todo es una tragedia incomprensible, y desde luego no dejar que el Estado monopolice el discurso. Debemos construir las estructuras que hagan menos probable la violencia, no a través de sermones pacifistas, sino a través de la ayuda mutua concreta, a través de sindicatos de inquilinxs, comités de empresa, fondos de solidaridad, clínicas gratuitas, educación radical.

La energía que impulsa a alguien como Robinson debe redirigirse hacia la lucha colectiva, hacia la acción directa masiva, hacia la construcción de un mundo que haga irrelevantes a lxs «Charlie Kirks» del futuro. Una sola bala no puede abolir el capitalismo. Pero una huelga general si pudiese. Una ola de huelga de alquileres también podría. Un rechazo masivo a lucha en las guerras el Estado, a pagar sus deudas, a obedecer a sus jefes, también podría.

La muerte de Charlie Kirk es un síntoma, no una solución. La solución es lo que construimos juntos en nuestros lugares de trabajo, nuestros barrios, nuestros movimientos. La solución es la solidaridad. La solución es el poder colectivo. La solución es un mundo en el que la vida merezca la pena para todxs, no solo para lxs ricxs, no solo para lxs reaccionarixs más ruidosxs con un escenario. Eso significa acabar con el orden económico que requiere la pobreza, acabar con el Estado que lo impone, acabar con las ideologías que nos mantienen divididxs. Significa desmantelar el aparato de violencia de forma tan exhautiva que nadie vuelva a pensar que necesita empuñar un arma para ser escuchado.

Si nos tomamos en serio el fin de la violencia política, debemos tomarnos en serio el fin el capitalismo. Cualquier otra cosa es solo tatar los síntomas.

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Notas al pie
  1. El siguiente texto corresponde a la traducción del inglés al español de una reflexión publicada por el blog anarquista The Slow Burning Fuse [Existe una traducción al portugués realizado por Agência de Notícias Anarquistas – ANA]. La publicación al español, realizada por la Red Contrainformativa no corresponde a una traducción exacta desde el idioma original, pues se busca hacer amena la lectura y contextualizar los hechos para la buena comprensión de lxs remitentes.

    Se ha utilizado conocimientos humanos y herramientas tecnológicas como Inteligencia Artificial, siempre respetando los límites éticos correspondientes.

    [La utilización de corchetes dentro del texto original es para agregar notas y comentarios por parte de la Red Contrainformativa].[]

  2. «Turning Point USA» es una organización destinada a promover las ideas «conservadoras» y alineada con corrientes políticas de derecha, enfocándose principalmente en instituciones educativas como lo son colegios, institutos o universidades.[]
  3. Agencia policial del gobierno federal estadounidense encargada de «cumplir» las leyes migratorias del país. Se mantiene activo desde su fundación en 2002 tras la firma de la Ley de Seguridad Nacional posterior a los atentados a las Torres Gemelas y al Pentágono el 11 de septiembre de 2001.[]
  4. Los casquillos de las balas sin utilizar del ejecutor de Kirk fueron pregrabados con consignas usualmente provenientes de internet y del muy criticado «humor incel» o «humor negro», dichas frases fueron las siguientes:

    *Notas los bultos* ¡Ay! ¿Qué es esto?: [los asteriscos representan una acción]Expresión de sorpresa referente al entrar en contacto con partes íntimas de otra persona.

    ¡Oye, fascista! ¡Atrápalo!: Frase satírica referente al Kirk como un fascista que debe atrapar algo, la bala.

    Oh bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao ciao: Verso referente a una canción popular de resistencia italiana cantada por lxs antifascista durante el período de la Segunda Guerra Mundial. Durante los últimos años, la canción se volvió popular nuevamente por su aparición y distinción en la serie La Casa de Papel de Netflix.

    Si lees esto, eres gay, jajaja: Frase popular en la comunidad de internet utilizada para molestar o burlar al rival haciendo referencia a que si comete la acción indicada será gay (tomando dicho término como algo negativo).[]